24 febrero, 2020 /Artículos /admin/
El sistema financiero mundial se colapsó en 2008 con la gran crisis económica que se desencadenó tras la crisis de las hipotecas subprime y la crisis bursátil, entre otras causas
En España, esta delicada situación se extendió hasta 2014, si bien las consecuencias siguen sintiéndose hoy en día. La población fue sin duda la gran perjudicada, con la tasa de desempleo llegando a superar el 25% en 2012 y 2013 mientras que era del 8,57% en el año 2007.
La crisis también empujó al sistema financiero a encontrar nuevas formas en las que reinventarse para recuperar la normalidad y salir por completo de la crítica situación. Una de las grandes pérdidas que sufrió el sector financiero a consecuencia de la crisis fue la confianza de la sociedad. Fue precisamente de esa desconfianza y ese descontento con la banca tradicional que nacieron las fintech, empresas que utilizan la tecnología para ofrecer servicios financieros y de inversión.
Las fintech no habrían conseguido crecer tanto en tan poco tiempo si no se hubieran encontrado con un público que las ve como una buena alternativa a las entidades bancarias de toda la vida. Ese interés global por usar la tecnología para realizar actividades en el ámbito financiero se demuestra en el éxito de plataformas como eToro, que te permiten hacer pequeñas inversiones y tener toda la información a tu alcance antes de tomar cualquier decisión respecto a tu dinero.
El nacimiento de las fintech también se explica, lógicamente, por el desarrollo propio de la tecnología. Sin una estructura técnica que las apoye, estas empresas nunca hubieran podido ofrecer su servicio en el mundo de las finanzas. En los últimos años, hemos visto cómo de fácil es contactar con amigos, hacer la compra semanal, leer un libro o ver el último capítulo de una serie a través de un smartphone. Era cuestión de tiempo que también pudiéramos controlar nuestros ahorros.
Cuando hablamos de fintech, vamos más allá de la típica aplicación móvil de nuestro banco (aunque luego veremos por qué esto es tan relevante). Existen muchos tipos diferentes de fintech. En España tenemos fintech de crowdfunding, con las que podemos invertir en proyectos y empresas; fintech de lending, con las que podemos tomar prestado dinero; fintech para particulares y para empresas; herramientas de inversión o de verificación de identidad y fraudes; y fintech de criptomonedas.
Llegados a este punto, es fácil intuir que las fintech han tenido un papel decisivo en los cambios que ha experimentado el sistema financiero español en los últimos tiempos. El sector ha cambiado para siempre y las entidades bancarias tradicionales han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias. Es más, estas han sabido aprovechar las nuevas oportunidades que se les han abierto con las empresas fintech y han decidido colaborar con ellas.
Pero, ¿cómo exactamente están cambiando las fintech el sector financiero español?
En el mundo digital en el que vivimos, más pronto que tarde también el sector financiero tenía que dar el paso. De esta forma, las interacciones con los clientes han pasado a darse exclusivamente en las sucursales bancarias a tener lugar también de forma virtual. Es cada vez más común recibir mensajes del banco en tu teléfono móvil a través de correo electrónico o mensaje de texto, y son también cada vez más las entidades con presencia en las redes sociales principales.
Para volverse a ganar la confianza de los clientes, los bancos han decidido adoptar también la inteligencia artificial para ofrecer una atención al cliente personalizada y disponible las 24 horas del día, todos los días de la semana. El software utilizado es el conocido como bot conversacional o chatbot en inglés. El uso de los asistentes virtuales se relega a consultas sencillas y a recopilar datos de forma automatizada, y así les permite usar los empleados de carne y hueso para tareas más complejas.
Esta automatización puede ir incluso más allá. Los expertos predicen un futuro donde el asesoramiento financiero está a cargo también por completo de los asistentes virtuales. Aunque por ahora no es del todo así, ya existen casos en los que estos están programados para poder interactuar con el cliente a un nivel algo más “humano” y responder a sus demandas con asesoramiento financiero de calidad. Este se realiza tanto a través de chat en vivo como por otros canales.
Uno de los puntos de encuentro entre el sector financiero y las fintech es la cadena de bloques o blockchain. Este sistema encriptado resulta una gran oportunidad de negocio para la industria de servicios financieros. Hasta hace poco, las criptomonedas se veían como el enemigo, ya que ofrecen transacciones más rápidas, económicas y seguras que las entidades bancarias tradicionales. Ahora, estas pueden aprovechar el mismo sistema de bloques para igualarlas.
Pero las posibilidades del mundo digital para el sector financiero no terminan aquí. Trabajar conjuntamente con las fintech les permite también entrar en contacto con organizaciones externas capaces de aportar nuevas ideas y crear nuevas oportunidades. En un mundo tan competitivo como el que vivimos, está claro que hay que innovar para seguir adelante. Las entidades bancarias están colaborando con las fintech para poder ofrecer a sus clientes la información financiera (extractos bancarios, ahorros, asesoramiento…) que requieren en cada momento.
España se encuentra a la cabeza de la industria de las fintech, y se espera que así siga siendo en el futuro más próximo. Al sector financiero español no le queda más remedio que adaptarse a las nuevas circunstancias y trabajar con estas empresas emergentes si quieren sobrevivir en un mundo en el que la población desearía que los bancos ofrecieran un servicio fiable, sin tantas comisiones y disponible en todo momento y desde cualquier sitio. Trabajar con las fintech lo hace posible.
