Diferencias entre wallets custodiadas y de autocustodia


14 julio, 2022 /Contáctanos //

Para operar en el mundo de las criptomonedas es esencial contar con una cartera digital o wallet en la que se puedan almacenar y administrar fondos.

  • Existen numerosas opiniones acerca de las ventajas de los distintos tipos de carteras de almacenamiento y administración de criptomonedas.
  • Los usuarios más comprometidos con la filosofía original de las criptomonedas, basada en la privacidad, optan por el uso de wallets no custodiadas.
  • En algunas legislaciones, esas carteras anónimas podrían ser prohibidas debido a la promoción de la lucha contra el lavado de dinero y el crimen organizado.

Las carteras para almacenar criptomonedas, se cuentan entre los elementos más importantes del ecosistema y uno de los más obvios. Pero existen diversos tipos de wallets que van desde las custodiadas y de no custodia hasta subdivisiones como las frías, calientes, de hardware y softwareAunque parezca un tema complejo, no lo es en absoluto.

Gran parte de los usuarios de criptomonedas para su vida diaria poco se detiene a pensar en estas diferencias entre billeteras o las ventajas o desventajas. Como es de suponer, algunas de estas direcciones son seguras y otras no tanto. Por esto es de suma importancia que las persona que se disponen a entrar al mundo cripto conozcan algunos puntos básicos.

Algo que el usuario debe tener en mente, es que una cartera cripto no es lo mismo que una cuenta bancaria, aunque tenga muchos paralelos. Las direcciones de criptomonedas están respaldadas por una nueva tecnología: la blockchain. En comparación con las existentes, la cadena de bloques es la red de pagos más segura y eficiente de las que han existido hasta el presente.

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El dilema entre las wallets custodiadas y no custodiadas

Existen dos divisiones principales de las wallets, estas son las de autocustodia (o no custodiadas) y las de custodia, tal como se señala arriba. Si una persona se dispone a comprar bitcoin u otra moneda, deberá elegir cuál de esos tipos de cartera quiere para guardarlas. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de un tipo con respecto al otro? ¿Hay una mejor que la otra?

Para conocer la respuesta a ese dilema, se deben entender las características básicas. Así, con la cartera de custodia, como su nombre lo indica, ella (o sea, un tercero) se encarga de manejar los fondos del usuario. Con la cartera de autocustodia, por el contrario, es el propio usuario quien maneja su dinero sin intervención de un tercero.

Explicado de forma más resumida, la primera es como una cuenta de banco (por comparar) y, en la segunda, el banco es el usuario. Comúnmente, las carteras de custodia están integradas en plataformas como bancos que ofrecen servicios cripto, exchanges o una wallet creada por un gobierno. Bajo esas premisas, las llaves de propiedad le pertenecen a la plataforma, bien sea BinanceKuCoinCoinbase o Chivo Wallet.

De este modo, con las wallets custodiadas, la empresa detrás posee la llave y la guarda en secreto. A solicitud de los usuarios, les brinda acceso a sus fondos, pero no entregándole las llaves, sino con una contraseña. Detrás de esto existen muchas ventajas, pero también peligros, los cuales se analizan en lo sucesivo. Pero antes, es conveniente repasar qué son las llaves o frases semillas.

Las wallets se dividen entre custodiadas y de autocustodia
El debate sobre la mejor de las billeteras en el mundo de las criptomonedas es uno de no terminar. Algunos consideran que las mismas deben ser custodiadas para cumplir las leyes. Otros creen que deben ser de autocustodia para ejercer el derecho a la privacidad financiera. Imagen: Applause.com

Las llaves privadas de las criptomonedas

Como se resalta al principio, una e-wallet no es lo mismo que una cuenta bancaria, aunque a simple vista guarden ciertas semejanzas. En una cartera cripto, los fondos no se “almacenan” en el sentido estricto de la palabra. Estas carteras representan la propiedad de un complejo código blockchain.

De hecho, las propias monedas digitales no son monedas, aunque eso sea lo que se nos dice generalmente. Se trata de datos de la cadena de bloques que pertenecen a un usuario. La propiedad de esos datos se expresa por medio de una larga línea encriptada a la que solo tiene acceso el dueño de esas monedas (o esos datos electrónicos).

“Quien posea las llaves privadas de las criptomonedas tiene el poder de hacerlas suyas, aunque en teoría no le pertenezcan”

Ciertamente, se trata de un asunto complejo y por eso las interfaces de las wallets, tanto custodiadas como de autocustodia, las presentan de manera sencilla. En las interfaces de esas carteras, esos códigos propiedad del usuario se ven en pantalla como “cantidades de monedas”. Asimismo, las llaves encriptadas se presentan en forma de palabras.

De esa manera, las llaves se presentan como una lista de palabras en inglés que se generan de manera aleatoria, pero que representan la clave encriptada. Estas listas van de 12 a 24 palabras y son el único acceso a las criptomonedas. Sin ellas, el valor que representan esas monedas se queda bloqueado para siempre en la red. Si un usuario tiene cierta cantidad de data (equivalente a 1 BTC por ejemplo) podrá acceder colocando la lista de palabras. Nadie que no conozca las llaves podrá hacerlo.

Con esto queda claro que todo se trata de códigos informáticos muy bien distribuidos. En cada nodo (de los cuales existen muchos regados en todo el mundo) existe almacenada una copia, lo que resuelve el problema de la duplicación y hace que los fondos estén asegurados. Así, 1 BTC siempre será 1 BTC, ni más ni menos.

Ventajas y riesgos de poseer fondos en wallets custodiadas

Al ser estas carteras propiedad de un tercero, como un exchange, quiere decir que ese es el poseedor de las llaves semillas. Por su parte, las personas que tienen fondos en esas plataformas no cuentan con acceso a esas llaves o frases. En lugar de las llaves, el proveedor les brinda acceso mediante una contraseña. Con esa clave, el cliente de la plataforma puede acceder a la parte que le corresponde.

Las ventajas de esto son evidentes. Por ejemplo, si la persona pierde la contraseña, simplemente debe solicitar al exchange que la reinicie y así recupera el acceso a sus fondos. Para ello, la plataforma solicita una rigurosa verificación de identidad con la que evita que otra persona se apropie de fondos que no le pertenecen.

Llegados a este punto, es cuando los riesgos de las wallets custodiadas se hacen más nítidos. En primer lugar, la plataforma se hace con los datos personales del usuario. En consecuencia, si un gobierno autoritario la presiona, esta deberá ofrecer al Estado información de sus usuarios y de los fondos que posee.

A partir de entonces, la plataforma puede congelar o confiscar las criptos de las personas por mandato gubernamental. Los usuarios no tendrían la capacidad de recuperarlos, puesto que no poseen las llaves privadas. Similar situación sucede si la empresa decide cerrar y apropiarse el dinero de sus clientes. Un ejemplo reciente de esto último sucedió con el exchange español 2gether. Esta empresa repentinamente se declaró en quiebra y bloqueó el acceso a las cuentas, dejando a unas 100.000 personas de ese país europeo en la estacada.

Los más ortodoxos defensores de las criptomonedas rechazan el uso de las wallets custodiadas
Los más ortodoxos defensores de la filosofía originaria de las criptomonedas tienen un mantra que reza: sin tus llaves, sin tus monedas. Este da a entender que ceder la custodia de los fondos a un tercero se traduce en ceder el dinero a alguien que se lo puede apropiar. Imagen: Cryptonews.com

Las wallets no custodiadas también tienen riesgos

En cuanto a las carteras no custodiadas o de autocustodia, las ventajas en cuanto a privacidad y seguridad son mayores. El usuario tiene total control de sus fondos y ningún gobierno u organizaciones criminales tendrán la posibilidad de conocer el estado de sus fondos. Abrir una cartera de estas no requiere ofrecer datos personales al proveedor, por lo que nadie está en condiciones de saber si una persona posee o no criptomonedas.

De igual modo, si el proveedor cierra, el usuario será capaz de recuperar los fondos con las llaves privadas. Al abrir una de estas carteras, el usuario recibe la lista de 24 palabras, las cuales podrá almacenar fuera del alcance de intrusos. La recomendación favorita de estos proveedores es que las llaves sean anotadas en físico y guardadas en un lugar secreto. Guardar las llaves privadas en un dispositivo conectado a internet siempre tiene un riesgo vinculado a los hackers.

Pero lo mismo que con las wallets custodiadas, las de autocustodia también pueden ser fuente de inconvenientes para las personas. Por ejemplo, al no ser buena idea guardar las 24 palabras en un dispositivo, las personas tienden a anotarlas en papel. Si ese papel se extravía, los fondos del usuario se perderán para siempre, o al menos hasta que recupere el papel. Algo similar sucede si apunta mal una de las palabras. Algunos usuarios optan por memorizarse las palabras y eso normalmente les lleva a olvidar algunas de ellas o el orden.

En cualquiera de estos casos, la persona pierde el acceso a sus monedas y nadie podrá ayudarlo, ya que únicamente él es quien tiene custodia de su dinero.

El KYC será una imposición obligatoria por parte de los gobiernos a los exchanges de criptoomonedas
El KYC o segundo paso, es una herramienta que usan los exchanges para conocer la identidad de las personas que poseen fondos en su plataforma. Las regulaciones al mercado de criptomonedas inevitablemente lo impondrán como requisito obligatorio. Imagen: Medium.com

Problemas con las autoridades

Pero los problemas con las carteras de autocustodia no se limitan a las fallas de memoria de las personas. La otra cara del asunto viene desde la posición de las autoridades. Muchas administraciones están pujando para regular el mercado cripto. Esto implica que los ciudadanos que se dispongan a usar esos activos deben cumplir ciertas condiciones.

Entre esas condiciones, se cuenta la de informar a las autoridades sobre los montos que poseen en criptomonedas. Para ello, los gobiernos convierten el KYC (conoce a tu cliente) en un mandato obligatorio, por lo que toda persona con monedas digitales deberá estar debidamente registrada ante los reguladores. Con esto, el Estado tiene mayor acceso a los datos para luchar contra el lavado de dinero.

Precisamente, en la UE se apunta una ley que prohíbe el uso de wallets no custodiadas para el comercio de criptomonedas. Ese mandato obligaría a los exchanges debidamente registrados que informen a las autoridades los detalles de los usuarios que hayan recibido fondos desde carteras de autocustodia hacia las wallets de esas plataformas.

De igual modo, los usuarios que reciban o transfieran monedas a o desde una billetera no custodiada deberán solicitar permiso a las plataformas. Paralelamente, la presión de las autoridades podría empujar a los exchanges a prohibir completamente el uso de esas carteras mediante bloqueo y cierres de cuentas. Con esto, los gobiernos estarían dando los primeros pasos para eliminar el anonimato de las monedas virtuales.

Queda por ver qué actitud tomarían frente a monedas de privacidad como Monero, la cual tiene una red opaca y su propio mercado P2P.

Las subcategorías de billeteras de criptomonedas

Dentro de la división de las carteras entre custodiales y de no custodia, se encuentran algunas subdivisiones. Por ejemplo, las carteras de autocustodia pueden ser calientes o frías. Las primeras suelen estar conectadas a internet, pero tienen todas las características descritas arriba. Las segundas se utilizan fuera de línea y su grado de seguridad es total.

En tanto, las carteras custodiadas generalmente son calientes, aunque algunos exchanges suelen proteger los fondos en carteras frías. Las carteras de software, son aquellas que se descargan a la PC o al dispositivo móvil y cuentan con una interfaz sencilla que las hace ideales para el comercio. Por ejemplo, con los códigos QR, las transacciones se hacen en cuestión de segundos.

Dentro de las wallets no custodiadas, también figura la subcategoría de las billeteras de hardware. Se trata de dispositivos extraíbles en los cuales se almacena la propiedad de las monedas. Los mismos tienen un grado de seguridad alto y la ventaja es que se pueden guardar en cajas fuertes o lugares que solo la persona poseedora conocería su paradero.

Estas últimas son una alternativa inmejorable para las personas que poseen grandes cantidades de criptomonedas y desean mantenerse fuera de peligro. El usuario puede manejar sus fondos solamente conectando el dispositivo a la computadora, lo cual hace imposible para un pirata informático llegar hasta ellos. Pero estas carteras son poco seguras si el dueño desea movilizarse, puesto que puede ser robada o extraviada.

La billetera extraíble de Trezor es una de las opciones más seguras para almacenar bitcoin
Entre las opciones más ideales de wallet para las personas que poseen grandes cantidades y desean mantenerlas seguras, se cuentan las de hardware. El dispositivo más famoso de este tipo es el fabricado por la firma francesa Trezor. Algunos modelos de esta wallet física se asemejan a un pendrive. Imagen: Bitcoinaddict.org

¿Cuál es la mejor cartera?

La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores como las necesidades del propietario de las monedas o las leyes nacionales. Si un usuario desea mantener sus fondos seguros a largo plazo y dormir tranquilo, la mejor opción en una cartera de autocustodia preferiblemente fría.

De ese modo, si la persona quiere desplazarse por una zona insegura, solo deberá memorizarse las frases semillas y nadie podrá adivinar que tiene dinero. Pero si la persona vive en una localidad donde las leyes imponen mayor transparencia y desea cumplir con ellas, la mejor opción son las wallets custodiadas, bien sea de exchanges u otros terceros.

Como ya se dijo, el peligro con esto, es que los dueños de la plataforma decidan cerrar y marcharse con los fondos. Los casos de este tipo son abundantes y no se limitan al reciente cierre de 2gether. El documental “No confíes en nadie. Tas las pistas del rey de las criptomonedas” de Netflix muestra lo peligroso que puede ser confiar los fondos criptográficos a un tercero.

Teniendo esto último en consideración, ¿existe la posibilidad de estar seguro con fondos en una plataforma de custodia? Sí, existen garantías y para ello los usuarios deben hacer amplias investigaciones del tercero al que van a confiar sus monedas. Una revisión del historial de hackeos, cumplimiento regulatorio, solvencia, transparencia y gestión de fondos es la manera más segura para comerciar criptos con confianza.

La recomendación es buscar asesoría profesional y dirigir la atención solo a las empresas grandes y de mayor cumplimiento. Abajo se muestran algunas de las plataformas más confiables, aunque, desde luego, no son las únicas.

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